jueves, 24 de enero de 2019

Día 4. Design thinking. Y llegó la nieve a Bollonia

 Hoy conocimos en persona a Francesca Tamburini, la persona de la organización con la que intercambiamos innumerables correos para concretar y cerrar todos los detalles del curso que nos ocupa. Su especialidad es el Design thinking, una técnica muy utilizada actualmente en diversas disciplinas. 
Ante una audiencia escéptica que se preguntaba cómo poder aplicar esto en el aula, ha intentado convencernos de la utilidad de este proceso en nuestra profesión. Realmente, desde nuestro punto de vista, es una herramienta que tiene que ver más con la adquisición de competencias, que con los contenidos curriculares clásicos. Es por eso que nos cuesta ver la aplicación directa a nuestras clases diarias. Pero eso ya forma parte de nuestro desafío, incluir  y probar innovaciones para ver qué puede funcionar y conseguir alumnos más “competentes”. Después del inevitable y por momentos espeso tramo teórico, hemos puesto en práctica las 5 etapas del design thinking para llegar a diferentes prototipos: un lápiz capaz de digitalizar de forma inmediata la escritura a mano, un rotulador ecológico diseñado para no malgastar recursos y una aplicación para traducir las diferentes lenguas. 


Seguimos conociendo detalles de las costumbres educativas en nuestros países vecinos. Así nuestros colegas portugueses de Vilanova de Milfontes nos cuentan que tendrán que recuperar todas las clases que no han podido impartir esta semana. En el caso de los belgas, es un sistema parecido al nuestro: han dejado planificadas sus tareas y son otros compañeros los que se encargan de hacérselas llegar a los alumnos. Nathalie y Stephanie, de la isla de la Reunión, han venido durante sus vacaciones. Nos explican que dado que habían participado en muchas ediciones, su equipo directivo les había instado a hacerlo así. Diferentes formas de organización, y un mismo objetivo: seguir formándonos y mejorando nuestra práctica docente.


Por la tarde noche un paseo por los tradicionales soportales de Bolonia, y vuelta a por una cena de 6 “punti” rodeados de estudiantes universitarios como de costumbre. ¡Justo a tiempo! Fuera la nieve está empezando a cuajar. A por el jueves. Andiamo!
Marta y Alejandro



No hay comentarios:

Publicar un comentario