El curso debía concluir el sábado, y por eso nuestro vuelo de vuelta estaba reservado para el domingo. Un cambio organizativo permitió que termináramos el viernes. Un día entero libre hasta nuestra partida. La decisión de en qué invertirlo fue fácil: Venecia, la ciudad de los canales. En nuestra aventura nos acompañó Dan, profesora de inglés de origen chino y residente en Alemania. Ha sido muy divertido practicar con ella los números en español (tenía un examen el 3 de febrero): cien, doscientos, trescientos, cuatrocientos, ......... bueno, en el quinientos nos atascábamos a veces, pero su determinación por aprender es increíble, no se rinde.
La salida desde la estación de tren de Santa Lucía a la calle hizo que nuestras caras adoptaran una expresión de asombro y fascinación que nos acompañó gran parte del día. Los sitios turísticos a veces generan unas expectativas que te conducen a decepciones en algunas ocasiones injustificadas. No en este caso. A esta ciudad le corresponden los adjetivos que alguna vez habíamos oído en boca de terceros. Paseamos por las estrechas y húmedas calles, cruzamos el puente de Rialto y curioseamos en su mercado, admiramos los escaparates de las tiendas de cristal en Murano, suspiramos en el puente de los suspiros y todo ello utilizando el famoso Vaporeto, medio de transporte imprescindible en esta ciudad para cruzar por sus canales.
La plaza de San Marcos, patrimonio mundial de la humanidad, nos pareció un sitio representativo para llamar a nuestra “principal” Leda y enseñarle brevemente, a través de videollamada ese histórico lugar. Las cosas que nos gustan si son compartidas se disfrutan mucho más.
La guinda encima del pastel, Venecia nos cautivó, y desde el Ponte degli Scalzi la despedimos siendo conscientes de lo especial que es esa ciudad.
Epílogo
Suena el despertador. Hemos quedado en la recepción a las 4:10 para pedir un taxi y coger nuestro vuelo hacia España. Desayunar en un aeropuerto a las 5 de la mañana es toda una experiencia. Mañana lunes, día de trabajo. Vuelta a casa. Seguimos enseñando, seguimos aprendiendo.
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